Kythira, una isla para enamorarse
Pudiendo nacer en cualquier lugar del mundo, Afrodita, la diosa griega del amor, escogió la isla de Kythira.
Quizás la hija de Zeus, sintió esa especial energía de la que hablan muchos de los que visitan esta isla por primera vez; una vibración que hace que te enamores de Kythira desde el momento que pones un pie en la isla.
Durante todo el año salen ferris desde el puerto del Pireo y desde Kastelli en Creta. Desde Atenas, puedes tomar un vuelo al aeropuerto Alexandros Aristotelous Onassis de Kythira.
En Kythira, el viajero encontrará valles que se deslizan hasta la orilla del mar; aguas de manantial que forman inesperadas cascada; playas de aguas cristalinas y una arquitectura que trae a la mente del viajero edificios venecianos combinados con el estilo propio del sur del Peloponeso.
Puede empezar visitando el pueblo costero más al norte de la isla, Platia Ammos, salpicado por unas pintorescas casitas y varias tabernas donde saborear un riquísimo pescado. No dejar de visitar el faro de Moudari que es uno de los más grandes de los mares griegos, con sus 25 metros de altura.
A 3 kilómetros se encuentra Karavas, desde donde se puede llegar a los manantiales de Amir Ali.
Potamos, en el interior de la isla, es el pueblo más grande de Kythira. La arquitectura de sus casas tradicionales, es realmente interesante. Hay varios cafés tradicionales y tabernas para darle un gusto al estómago. Los domingos, se celebra un mercado al aire libre en su plaza principal.
Aroniadika, al sur de la isla de Kythira, se caracteriza por sus casitas de color blanco con arcos y verandas adornadas con buganvillas. La arquitectura sin duda les recordará la que está presente en las Cícladas. La miel que se vende en las tiendecitas de Aroniadika es toda de productores locales.
Kythira es el destino ideal para los amantes del senderismo. Hay más de 100 kilómetros de senderos que recorren tanto la costa como el interior con sus colinas y que en muchos casos conducen hasta pequeños y encantadores pueblecitos.
Los locos por la historia antigua, están de suerte. La isla tiene tres castillos, el de Chora, el de Kato Chora Mylopotamou y el de Avlemona, cada uno con su historia de batallas e invasiones.
Para los que están más interesados en lo que esconde el subsuelo, no pueden perderse la cueva de Agia Sofia Mylopotamou: tiene 100 m. de longitud y una superficie de 2000 metros cuadrados con salas con hermosas formaciones de estalactitas y estalagmitas.
Creíais que nos íbamos a olvidar de las playas. Imposible.
Las playas de Kythira tienen un agua transparente con un agua fresca y no son muy profundas, por lo que todo invita al baño. Os ponemos sobre la pista de unas cuantas y os dejamos que descubráis el resto durante vuestro viaje. Algunas de las playas más bonitas son Paleopoli, Kaladi, Fyri Ammos, Melidoni, Kapsali, y Agia Pelagia. Uy casi se nos olvida mencionar la playa de Diakofti, el lugar perfecto para darse un baño antes de tomar el vuelo de regreso a casa.
Corfú, la isla de la familia Durrell
Algo tiene la isla de Corfú que atrae el ingenio.
Ulises, cuyo ingenio al construir el caballo que le hizo conquistar Troya, naufragó cuando iba camino de vuelta a Ítaca y fue rescatado por los habitantes de Corfú, donde le dieron asilo.
En 1571, durante su viaje a Lepanto, Miguel de Cervantes, padre del Ingenioso Hidalgo, hizo escala es Corfú y parece ser que se quedó prendado de la belleza de la isla.
Y entre 1935 y 1939, la isla fue el hogar de la familia Durrell, en la que el ingenio surge a pares.
Lawrence Durrell situó la acción de uno de sus libros, La celda de próspero, en Corfú y su hermano pequeño, el naturalista Gerald Durrell, es el autor de tres novelas – Mi familia y otros animales, Bichos y demás parientes y el Jardín de los dioses- que han vuelto a la fama por la serie de televisión titulada Los Durrell y que está basada en la Trilogía de Corfú*.
Danilia Village es una réplica de un pueblo corfiota de los años 30. Aquí se ha rodado la película de James Bond «For Your Eyes Only» y, por supuesto, algunos exteriores de la exitosa serie de Los Durrells. La propiedad pertenece a El grupo Grecotel que lo adquirió en 2004 y lo mantiene como una puerta mágica al pasado y lugar para eventos.
La familia Durrell estuvo de alquiler en tres casas diferentes durante su aventura en Corfú: Strawberry Pink Villa (Villa Agazini) en Perama, Daffodil Yellow Villa (Villa Anemmoyanni), cerca de Kontokali y Snow-White Villa (Villa Cressida) en Cressida.
Las dos primeras son en la actualidad residencias privadas y por lo tanto de muy difícil acceso.
Snow White Villa es ahora un famoso restaurante, cuyo chef, Lefteris Lazarou, fue el primer chef griego galardonado con una estrella Michelin.
Curiosamente esta casa, en la que si vivieron los Durrell, no sale en la serie. Algo me dice que no debieron llegar a un acuerdo.
Pero si aparece la Taverna Kouloura, a poco más de 1 kilómetro de la White Villa, por la costa, hacia el norte.
La casa que se ve en la serie es Villa Posillipo, que a pesar de no ser ninguna de las casas donde vivieron los Durrell, es ahora un lugar de peregrinación para los seguidores de la serie. Está muy cerca de la playa de Kontokali.
Algunos lugares que no aparecen en la serie de televisión, pero que fueron escenarios de las correrías de Gerrald Durrell, son la Laguna Antioniti, los acantilados de Akra Drastis, El Palacio de Mon Repos y Pontikonisi o La isla del Ratón.
*Para los curiosos y enamorados de las aventuras de los Durrell en Corfú, hay otra serie la Bbc de 1987 y una comedia de 2005, dirigida por Sheree Folkson, también basadas en los libros del benjamín de la familia Durrell.
Si te han gustado estas dos islas griegas de película, descubre dos más en nuestro siguiente artículo.