¿Qué es lo primero que te viene a la mente cuando oyes Suazilandia?
Os confieso que lo primero en lo que pensé yo fue en Tintín. Si, el inolvidable personaje de las historietas creadas por Hergé. Seguro que recordáis que, en muchas de sus aventuras, Tintín y su perro Milú viajaban a lugares inventados fruto de la imaginación de su autor; lugares con nombres como Syldavia, Bonduria o el emirato de Khemed.
Pero Suazilandia existe, aunque no mucha gente sabe que desde 2018 se llama eSuatini. Este cambio de nombre fue decisión del actual rey, Mswati Iii, que, como buen monarca absoluto, hace lo que le da la real gana y ese año se auto regaló por su 50 cumpleaños el cambiar el nombre de su país. Pero al fin y al cabo ambos nombres significan lo mismo: «la tierra de los suazis».
Y tiene sentido ya que los swazis representan casi el 90% de la población, haciendo de Suazilandia uno de los países africanos con mayor homogeneidad étnica.
El país consiguió la independencia de Gran Bretaña en 1968 y al poco tiempo se instauró el sistema de monarquía absoluta que dura hasta nuestros días. En el mundo sólo hay otras 6 monarquías absolutas.
Suazilandia tiene frontera con Sudáfrica y Mozambique. La frontera con Sudáfrica está a poco más de 400km del aeropuerto de Johannesburgo y son muchos los viajeros que alquilan un coche en Sudáfrica y entran por el puesto fronterizo de Oshoek / Ngwenya, sin mayores complicaciones.
A pesar de que hablamos de un país pequeño en extensión, tan solo 17.364 km², cuenta con 17 áreas protegidas que albergan una gran variedad de especies, incluidos los 5 grandes.
Eswatini es uno de los mejores lugares de África para vivir de cerca la experiencia de encontrarnos con un rinoceronte, ya sea en rastreo a pie como en 4×4.
El Parque Nacional Hlane Royal y la Reserva de Caza Mkhaya son el hogar de una gran variedad de grandes mamíferos, como elefantes, hipopótamos, jirafas, cebras y rinocerontes.
Por su parte Mkhaya es uno de los mejores lugares del continente para ver rinocerontes blancos y negros y en Hlane podemos ver leones, así como antílopes y mamíferos más pequeños.
El Santuario de Vida Silvestre de Mlilwane es el lugar perfecto para ir en familia pues ofrece muchas actividades además de los safaris: paseos a caballo, en bicicleta de montaña, caminatas y excursiones.
En el extremo sureste del país, KaMsholo Bushveld Safaris, también gestionado por Big Game Parks, es una reserva de 700 hectáreas de gran riqueza natural, dominada por el conocido como árbol paraguas (Acacia tortillis), con una sorprendente lista de especies que incluye jirafas, antílopes, antílopes acuáticos y avestruces.
Las reservas de Mlawula y Malolotja, que pertenecen a la Comisión Nacional de Fideicomiso de Eswatini y las de Mbuluzi y Dombeya, de gestión privada, no suelen tener grandes depredadores ni los mayores mamíferos, aunque en Mbuluzi y Dombeya podemos ver jirafas y en Malolotja al magnífico antílope eland.