Viajes de navegación: tú también puedes vivir esta aventura

“En el instante mismo en el que el hombre se embarca, se siente la agradable sensación de ver las cosas desde otro punto de vista: los pueblos son de una insignificancia sorprendente en cuanto nos separamos de ellos media milla. Desde el mar verás la cantidad de simplezas y de locuras que contribuyen a hacerles la vida desagradable a los hombres.» 

Cada viaje es diferente, en cada destino encontramos algo nuevo y distinto, por eso queremos visitar todos los lugares posibles, vivir todas las experiencias, conocer a todas las personas, aprender todo lo que se pueda, que no se nos escape nada… Cuando nos preguntan: ¿playa o montaña?, respondemos: ¡playa y montaña! Y sin embargo se nos suele olvidar siempre los viajes de navegación a vela, la gran experiencia del mar. Existen viajeros que han recorrido el mundo de cabo a rabo y sin embargo no conocen ese lugar cambiante, completamente salvaje, solitario y hermoso que está ahí, frente a nosotros, que cubre la mayor parte del planeta y que es, para muchos, un muro y para otros una superficie de caminos hacia cualquier parte. Navegar a vela nos aleja de lo que ha sido modificado por los hombres, para los hombres y por la mano de los hombres, para acercarnos a lugares completamente inaccesibles, porque hay playas, calas y extensas soledades a las que ningún avión, coche, bicicleta o helicóptero pueden llevarte.

Entonces, si navegar es una experiencia tan bonita, rica e interesante ¿por qué casi nadie se plantea un viaje de navegación? La respuesta es relativamente sencilla: desconocimiento. Por un lado, desconocimiento a la facilidad de acceso que existe al mundo de la vela, cualquiera que pueda permitirse unas vacaciones más o menos modestas puede pagar un viaje de navegación increíble. Erróneamente se sigue creyendo que navegar es un lujo reservado para unos pocos, y es que la navegación a vela por placer ha estado reservada tradicionalmente a las élites. Es cierto que hace 50 años era algo inalcanzable para la mayoría de la gente, pero esto ha cambiado radicalmente. Además, no es necesario saber absolutamente nada sobre barcos para ponerse al timón de un velero. En los viajes de navegación siempre hay un patrón, que se hace cargo de toda la embarcación y enseña a los tripulantes tanto como cada uno quiera aprender. Pero, ¿en qué consiste navegar?, ¿qué se hace?, ¿dónde está la diversión, el placer o el interés? Lo cierto es que hay muchos tipos de navegación que no vamos a describir aquí por falta de espacio. Para entender qué se puede esperar de un viaje a vela, describiremos un ejemplo real  de una semana en velero en Menorca que seguro despertará la curiosidad de los más aventureros.

Estamos en junio, nos desplazamos al puerto de Barcelona con nuestra mochila o maleta, nos recibe el patrón que siempre estará en el barco, junto a un grupo de entre 6 y 8 personas que pueden ser amigos nuestros, familiares, compañeros de empresa o gente que no conocemos y a la que nos unimos para vivir la experiencia juntos. El destino es Menorca y el barco es un velero de 12 metros de eslora (de largo). Lo normal en esta ruta es salir al atardecer (sí, ver atardecer en el mar, desde el mar, será la primera gran experiencia), caerá la noche e iremos dejando atrás las luces de Barcelona hasta que desaparezcan. Sólo quedará la oscuridad, estrellas, el mar y nosotros. Se cena a bordo. Aquellos que tienen más ganas de aprender suelen estar cerca del patrón, preguntando, llevando el timón, trasteando con el GPS… Otros duermen o simplemente observan desde cubierta (si hay luna el escenario en el que se refleja es impresionante).

 A la mañana, con las primeras luces, ya se ve la costa menorquina. Durante toda la semana siguiente la navegación será muy distinta: costeando de cala en cala, de playa en playa de arena blanca y aguas cristalinas. Se pasa la mayor parte del tiempo fondeados (fondear es echar el ancla en una cala o playa), haciendo snorkel, kayak o SUP (remar de pie, sobre una tabla, como en la siguiente foto). También pueden hacerse rutas a pie en el interior de la isla, y uno o dos días se visita Mahón. Las comidas suelen hacerse en el barco, puede cocinarse o se lleva comida preparada por un catering que luego sólo hay que calentar. En un barco se tiene el apartamento siempre en una playa distinta, con las mejores vistas, y es a la vez el medio de transporte y nuestra zona de diversión. Después de una semana dando la vuelta a la isla se pone rumbo de vuelta a Barcelona. Misma navegación que el primer día pero a la inversa. La vista de Barcelona en el horizonte nos dice que la aventura se acaba. Reconozcamos que hay semanas… y semanas.

Ahora lo más importante ¿puedo permitírmelo? Pues el precio de este viaje en concreto es de unos 900€ por persona. Si tenemos en cuenta que pasaremos una semana navegando, con un patrón las 24 horas a nuestra disposición para que nos enseñe o ayude en lo que sea, que incluye la comida y que sirve de transporte y alojamiento… el precio es excelente. Sólo hay que calcular cuánto nos gastaríamos en vuelos, coche de alquiler, alojamientos y comida en una semana en Menorca ¡y sin vivir esta experiencia! Estos viajes están disponibles todas las semanas del año, y aunque los más aventureros también se lanzan en invierno, es mucho más bonito y cómodo entre junio y septiembre, en estos meses conviene reservar con bastante antelación para encontrar disponibilidad y los mejores precios. Si estás interesado puedes contactar con nosotros, estaremos encantados de informarte y asesorarte sin compromiso sobre este y otros viajes muy especiales que tenemos preparados.

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