“En el instante mismo en el que el hombre se embarca, se siente la agradable sensación de ver las cosas desde otro punto de vista: los pueblos son de una insignificancia sorprendente en cuanto nos separamos de ellos media milla. Desde el mar verás la cantidad de simplezas y de locuras que contribuyen a hacerles la vida desagradable a los hombres." Cada viaje es diferente, en cada destino encontramos algo nuevo y distinto, por eso queremos visitar todos los lugares posibles, vivir todas las experiencias, conocer a todas las personas, aprender todo lo que se pueda, que no se nos escape nada... Cuando nos preguntan: ¿playa o montaña?, respondemos: ¡playa y montaña! Y sin embargo se nos suele olvidar siempre los viajes de navegación a vela, la gran experiencia del mar. Existen viajeros que han recorrido el mundo de cabo a rabo y sin embargo no conocen ese lugar cambiante, completamente salvaje, solitario y hermoso que está ahí, frente a nosotros, que cubre la mayor parte del planeta y que es, para muchos, un muro y para otros una superficie de caminos hacia cualquier parte. Navegar a vela nos aleja de lo que ha sido modificado por los hombres, para los hombres y por la mano de los hombres, para acercarnos a lugares completamente inaccesibles, porque hay playas, calas y extensas soledades a las que ningún avión, coche, bicicleta o helicóptero pueden llevarte. Entonces, si navegar es una experiencia tan bonita, rica e interesante ¿por qué casi nadie se plantea un viaje de navegación? La respuesta es relativamente sencilla: desconocimiento. Por un lado, desconocimiento a la facilidad de acceso que existe al mundo de la vela, cualquiera que pueda permitirse unas vacaciones más o menos modestas puede pagar un viaje de navegación increíble. Erróneamente se sigue creyendo que navegar es
“En el instante mismo en el que el hombre se embarca, se siente la agradable sensación de ver las cosas desde otro punto de vista: los pueblos son de una insignificancia sorprendente en cuanto nos separamos de ellos media milla. Desde el mar verás la cantidad de simplezas y de locuras que contribuyen a hacerles